Traición a sangre

El sexagenario locutor Edgardo Munch dedicó siempre muchas horas de micrófono para despotricar contra los funcionarios y anunciantes villamarienses que elegían pautar en la Cadena 3 de Córdoba y no en el vernáculo Grupo Radial Centro. Siempre también usó como metáfora a la donación de sangre para recordarle a las víctimas de sus ataques radiofónicos que algún día "van a necesitar sangre y van a venir a buscarla aquí".
Indirectamente, Munch estaba cuestionando también a los oyentes locales que elegían divertirse con las ocurrencias de Mario Pereyra, con la música de Lito Quinteros o con los agudos reportajes de Rony Vargas  y que le esquivaban a los extensos, aburridos e indocumentados comentarios a los que es tan afecto el radiodifusor local.
Ahora parece ser que el que necesitó sangre fue el propio Munch que, traicionando su predica histórica, apeló a una encuesta realizada el viernes 29 de abril por su odiado Mario Pereyra de la Cadena 3 para sostener el comentario respecto de las muchas posibilidades que tiene Ricardo Alfonsín de ser elegido presidente y el escaso caudal de votos que cosecha Cristina Fernández en la provincia de Córdoba.
Los medios de comunicación cordobeses que le quitan anunciantes locales a su radio, y particularmente los funcionarios que allí pautan varios miles de deseados pesos, siempre contaron con el reproche sostenido de Munch, incluyendo amenazas de llevar a los estrados judiciales su condición de víctima discriminada. Hoy, para sostener su discurso anti K, necesitó de Cadena 3, como sus cada vez más escasos oyentes también necesitan descansar de sus extensos monólogos.