martes, 12 de abril de 2011

De la Sota se escribe con D de Duhalde


De la Sota, luego de hacer comentar sin desmentir un supuesto arreglo con los K para ser candidato a gobernador, y fiel a su costumbre de medir todo con encuestas, decidió retomar su cauce originario, recostarse en los dirigentes afines y sincerar su pensamiento y sus preferencias.
En el entorno de ministros y funcionarios delasotistas puros se asegura que están avanzadas las conversaciones entre el gallego y el cacique Eduardo Duhalde, particularmente a partir del apoyo mediático que el grupo Clarin reparte entre el Cabezón y Macri y que el ex gobernador desea y necesita.
De la Sota sabe mejor que nadie que cualquier roce con los K lo aleja de la gobernación y no tiene pensado, menos a su edad, pasar a la historia como un derrotado por Luis Juez.
Su estrategia es convencer a los gerentes de La Voz del Interior y Cadena 3, a cambio de una manija importante, de que una futura administración suya garantizaría el poder real del establishment mediterraneo y erosionaría de modo concreto la gobernabilidad de un segundo mandato de Cristina Kirchner.  Sobre el segundo tema trabaja planficando con Duhalde en encuentros que tienen lugar en una residencia de Lomas de Zamora. Aseguran que hubo 2, el último fue en la trasnoche del domingo, con un Duhalde eufórico por la segunda victoria frente a Rodriguez Saa en la parodia de elecciones internas del Peronismo Federal.
De la Sota resolvió el sinceramiento luego de leer las diferentes encuestas encargadas en toda la provincia y que son concluyentes y categóricas. Es un invento mentiroso de las usinas kirchneristas, cada vez mayores en número y menores en eficacia, que hay un viento favorable a los K en Córdoba. Siguen siendo mala palabra. Sabe también, por lo que le dicen los sondeos, que hay en los votantes un recuerdo favorable de su gestión y no va a gastar el poco capital político, que le costó conservar, haciendo campaña  por los pueblos con Ricardo Jaime esperando en el avión. Puede simular desconcierto pero no ignora que la alianza con los K lo perjudica a él y beneficia a los primeros. Y el Gallego está llegando tarde a la generosidad.  Si no preguntenlé a Accastello.

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