Accastello tiró un abanico de nombres como para distraer a propios y extraños pero en realidad su paleta de colores tiene una variedad cromática dual. Como el alfajor. Blanco o Negro.
Tal vez por haberlo relegado antes ahora no lo puede convencer al blanco Martin Gil y de buenas a primeras pasó a cotizar el negro Héctor Muñoz. Su posicionamiento mediático, resultado de protagonizar polémicas con cuanto opositor saliera al cruce le valió un crecimiento de popularidad pero igual está lejos. Al parecer la inclusión en el listado de candidateables que arrojó Accastello le inyectó otra dosis de entusiasmo y el médico salió a morder los talones de Costa que, falto de reflejo, cayó en la trampa y llamó a El Diario con el ejemplar en la mano. El funcionario de Schiaretti, incapaz de detectar contradicciones propias, declaró que no entraría en polémica con Muñoz en el mismo momento en que estaba polemizando con Muñoz. Cierto que no tiene asesores, ni brújula.
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