Todo para nada

Las gestiones para que vengan, los llamados confirmando fechas, las reuniones de planificación, la designación de coordinadores, los codazos para figurar, los celos por protagonizar, las discusiones para imponer, las corridas para llegar, los trajes para lucir, los vestidos para sobresalir, las sonrisas falsas, las alegrías fingidas, los zapatos sucios, el locro frío, el vino caliente, las fotos posadas, las entrevistas repetidas, las manifestaciones forzadamente espontáneas, los gestos ampulosos, las promesas de lealtades, las representatividades inventadas, los amontonamientos apresurados, etc., etc., etc. y todo eso para nada.
Antes con Tomada y con Telam. Ahora con Domínguez, Mañana con Cristina y el que sea. No alcanza.
Gestos ampulosos que no llegan a Córdoba, a Río Cuarto ni a la Olivos.
Así es la construcción política del accastellismo. Hace todo para nada.