El 9 de abril pasado anticipábamos desde este blog que el candidato a intendente Raúl Costa había resuelto darse una nueva derrota. El vaticinio se sostenía en la mediocridad del slogan "Villa María a toda Costa" y en la seria falencia estética que tenían aquellos primeros folletos, además de los errores ortográficos y de tipeo, comprensibles pero imperdonables en semejante disputa.
Ese señalamiento no fue tenido en cuenta y los problemas comunicacionales se profundizaron hasta el punto de ser uno de los factores de su derrota.Pero cómo lo va a saber si está convencido que ganó.
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