domingo, 1 de mayo de 2011
Volver al futuro
Los periodistas suelen sucumbir a la tentanción de imagina mundos, situaciones, "escenarios" que les permitan justificar sus caprichosas interpretaciones de la realidad y sus protagonistas. Pero ponen tanto empeño en la tarea que suelen digerirse sus propios sapos.
Merced a esta transparencia de los periodistas, particularmente los que hacen de analistas políticos, es que los dirigentes locales les venden como silencios estratégicos lo que es simple indefinición. Así es que la fecha de convocatoria a elecciones, la conformación o no de alianzas y la confirmación de candidaturas son encuadradas como resultado de sesudos análisis de superhombres que tejen, enroscan, acuerdan y negocian.
Accastello es uno de esos dirigentes que se vale de la inocencia (o ¿vanidad?) de algunos trabajadores de prensa para generar expectativas sobre decisiones que se demoran. Su posible candidatura a la reelección o algún desembarco futuro en la administración provincial o nacional depende menos de él de lo que está dispuesto a admitir.
Repetir un mandato en la ciudad le permitiría avanzar en aquellos proyectos pensados pero que resulta inviable presentarlos ahora, a pocos días de la elección, sin que sean tomados como promesa electora. Los que frecuentan las secretarías técnicas, no las de Pan y Circo, saben que Accastello no agotó el listado de obras públicas, siempre grandes, siempre fastuosas, siempre con fondos de la nación.
Pero también es cierto que quisiera hacer valer su dimensión territorial en una apuesta provincial para la que cree haber hecho méritos suficientes. La lista de nombres que se barajan para acompañar a De la Sota en la fórmula lo incentiva y le duele. Llaryora, Francioni y Caserio son menos que el pero por eso los tienen en cuenta. El Gallego ya lo tuvo en el gabinete y consiguió hacerle sentir la supremacía. La experiencia ahora sería diferente.
Si su condición de intendente exitoso, con experiencia y capacidad de gestión no le alcanza para proyectarse más allá de Baudino también hay que agregar que la suerte no lo acompaña. La puesta en escena armada en Córdoba para posicionarse como referente K en la provincia se estropeó con la presencia de Ricardo Jaime en el Hotel Interplaza. Las estadísticas aseguran que por cada 25 fotos que los medios tomaban al ex secretario de transporte 1 era para Accastello. Así no se puede.
Vuelve ahora a escuchar, como ya le pasó en el 2007, que aún es joven, que todavía tiene tiempo de crecer y que un segundo mandato de Cristina Fernández le daría margen para construir en gestión y en política.
En este 2011 se veía como gobernador al igual que De la Sota se veía como presidente y Costa como intendente. Nada de eso va a pasar.
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